Vaya, no escribía desde enero! Y han pasado tantas cosas desde entonces... Debo reconocer que no escribí estos meses, porque intentaba reencontrarme conmigo misma.
Parece mentira, pero a veces es necesario bajarse en alguna estación del tren de la vida para estabilizarse emocionalmente y luego continuar el viaje, o bueno, es lo que acostumbramos a hacer los "bohemios"; es decir, aquellas personas que llevamos un tipo de vida "libre y poco organizada" (primera definición que salta en Google).
Yo, guardando las proporciones, considero desde hace algunos años que encajo en este selecto grupo de mentes incomprendidas, que funcionan a base de inspiraciones y sensaciones, quizás por los años, los viajes, las experiencias, las conversaciones... ¡quién sabe!, lo cierto es que lo tangible, lo "estable" y lo económico, con el tiempo comienza a perder importancia y se valoran otros aspectos de la vida.
Hoy cumplo 7 meses de vivir en España, aunque para ser franca, siento como si hubiesen sido años, porque el proceso de adaptación no ha sido nada fácil, pues en un abrir y cerrar de ojos pasé de tener a mis 24 años una vida "estable": un gran trabajo, dinerillo extra, conciliación de tiempo-vida laboral, cero presiones, cero dependencia económica, etc, a una vida repleta de cambios: 6 horas de diferencia horaria, estaciones, volver a ser estudiante, no producir cash, vivir de los ahorros y ver adelgazar el bolsillo en la medida que pasa el tiempo, ser una "doña nadie", adaptar el lenguaje, afinar el oído para entender a los andaluces que hablan a todaaa... mecha y con abreviaturas, adaptarme a otro modelo educativo (con un poco de autocensura me atreveré a decir que un poco más precario que el de Colombia en cuanto a calidad y exigencia), nuevas formas de ver la vida, de relacionarse, de transportarse, de trabajar... En fin, muchas cosas de un sólo sopetón.
Probablemente si mi madre leyera esto, diría: "mija, yo se lo dije, se lo advertí, eso no es fácil, usted decidió hacerlo aunque no tenía necesidad. Termine eso y véngase pa´la casa, usted sabe que aquí le va mejor". Y ella sabe por mi personalidad, que me chocaría un montón ese discurso protector, aunque guardaría silencio ante sus suaves y sabias palabras.
No sé si de forma asertiva o no, pero a mí las cosas fáciles nunca me han gustado del todo, yo no nací para seguir libretos, quiero escribir mi propia historia. Aunque ella y otras personas no lo vean así, quedarse en la zona de confort no te permite crecer, te estanca, te quedas en un mismo punto, una misma rutina y creo firmemente que así como en el amor, la vida debe reinventarse a diario, yo necesito que cada amanecer me signifique una motivación, un desafío, una aventura... Así soy, sorry.
Quiero intentarlo transitoriamente aquí, porque Colombia es un país divino, con una gastronomía y un paisajismo brutal, lo que tú quieras; pero la realidad es que llega un punto en el que te cansas de "sobrevivir" y deseas empezar a "vivir", al menos es lo que quisiera para mí y para los míos. A lo mejor mañana cambio de opinión, porque la tierrita pega mucho, pero de momento lo veo así.
La historia continuará...
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