Lo mejor y lo peor de ser periodista

Reconocer que la labor periodística obedece más a un oficio, que a una profesión en sí misma, es el punto de partida de este top 5 de "lo mejor y lo peor" de ser Comunicador y/o Periodista.

Lo mejor del oficio

Ser "hombre orquesta" en medios u organizaciones, tiene sus beneficios. Si eres Periodista, te sentirás identificado con esto:

1- La vida es un viaje constante: Conoces gente diversa, viajas, aprendes de otras culturas, el espectro se amplía y te vuelves una persona más abierta frente a temas poco convencionales o considerados "tabú".

2- Educación y entretenimiento: No sólo se informa cuando se es periodista, sino que también, se educa y entretiene a los públicos con los contenidos. Esta labor es de gran responsabilidad; la base del buen periodismo, es el respeto por quienes están al otro lado de la pantalla, del diario o de la radio.

3- Acceso a información privilegiada: Conocer lo desconocido, es una ventaja de esta labor; pero así mismo, una responsabilidad gigantesca. Debes equilibrar los intereses que se tejen alrededor de la información.

4- Entradas libres: Todos quieren ser amigo del periodista, porque es un publicista potencial a bajo costo; así que entradas gratuitas a eventos culturales y sociales, no faltarán.

5- Críticos del mundo: El instinto periodístico tiene una buena dosis de escepticismo; así que la ingenuidad nunca será una excusa válida.

Lo peor del oficio

Con frecuencia, en el gremio se acostumbra a escuchar frases como: "periodista que se respete anda en bus", "este es un trabajo sin horarios", "esto es pura pasión"... Y sin pretender generalizar, bien podría decirse que aquellas afirmaciones (para algunos triviales), no son ajenas a la realidad.

Aquí, un listado de las dificultades a las que se expone quien ejerce este oficio:

1- La guerra contra reloj: los hechos noticiosos están sucediendo a cada instante y en ocasiones, de forma simultánea; así que si eres periodista, te deben sobrar piernas y organización, para abordar a las fuentes pertinentes y correr para desplazarte de un lado a otro, en tiempo récord.

2- Nos convertimos en buzones de sugerencias: En la mayoría de los casos, los ciudadanos que nos encuentran haciendo reportería, nos solicitan hablar con mandatarios, para gestionar recursos y presentar peticiones comunitarias (desde luego, esa no es nuestra función).

3- Baja remuneración: No importa en que medio u oficina de prensa trabajes, ni el tiempo que destines para hacer bien tu labor, ni la experiencia o formación académica que tengas; difícilmente algo de esto se reflejará en cifras. 

Algunos se preguntarán: pero si veo que fulanito se viste bien, tiene un buen auto, viaja seguido al extranjero, etc... Sí, pero probablemente ese periodista tiene más de 2 empleos y trabaja de sol a sol. Esto quiere decir, que para llevar una vida confortable, se requiere una enorme capacidad de sacrificio. 

La relación en números

Mientras un profesional de Ingeniería gana en un sólo empleo de 3 a 5 millones de pesos colombianos, un Periodista debe tener en promedio, de 2 a 3 empleos para ganar 3 millones de pesos.

4- El sesgo informativo: El pilar de la objetividad y la mirada gran-angular natural del periodista,  se reducen a teoría cuando se trabaja para un medio u organización.

En la práctica, el periodista tiene una limitante cuando ejerce como dependiente, porque su lectura del mundo cambia y debe corresponder a los intereses informativos de su organización.

5- La guerra de los micrófonos: Una de las más desagradables situaciones es hacer cubrimientos en donde convergen distintos medios de comunicación; allí, las preguntas se pisan, nadie te deja hablar, lo que resultaba importante nadie lo preguntó... En resumen, es un tedio luchar con la grosería de los colegas.

Aunque este oficio no sea el mejor remunerado, ni el más valorado, es uno de los más bonitos del mundo. Me sigo quedando con este viaje constante en donde hay mucho por aprender. No necesito lujos, necesito experiencias que alimenten mi espíritu y me permitan trabajar por la gente.