martes, 30 de diciembre de 2014

Bem-vindo 2015!

¡Vaya que 2014 fue un año de muchos cambios! 

Alejé de mi vida a personas con mala vibra, me mudé dos veces de ciudad, me desvinculé del pasado tormentoso, creé mi blog, cambié el color de cabello tres veces; lloré, reí, viajé, engordé, adelgacé, volví a engordar; asumí retos que nunca imaginé que llegaría a enfrentar y en definitiva, crecí.

Todas las transiciones de este año valieron la pena. Viví situaciones que me llevaron al límite y me permitieron descubrir de qué estoy hecha; también, conocí personas maravillosas y creo que eso es lo más gratificante.

¿Qué esperar de 2015?





Quiero recuperar la paz interior, que olvidé en mi regreso a Colombia hace un par de años, en el Aeropuerto de Carrasco (MVD); quiero una vida que me permita reinventarme todos los días; quiero reencontrarme con mi hermano para llenarlo de mimos; quiero rodearme de gente que le aporte a mi formación personal y profesional. Quizá, también se me antoje encontrar a un cómplice que me ame, respete y apoye mis proyectos.

No sé si pida demasiado, pero es lo que quiero para el próximo año y trabajaré en ello.


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