Si pensaste que había algún secreto para identificarlo, de entrada es un mal indicador. Los hombres son tan diversos, como los intereses que tiene cada mujer cuando está frente a frente con alguno de esta especie.
Hace un par de días leía el Top list de mi colega, Ángela Vargas, sobre los "Tipos de hombres de los que es mejor huir" y a pesar de que coincido en gran parte con sus apreciaciones; debo reconocer que tanto su pensamiento como el mío, corresponde al de una mujer de la 'nueva era': una chica sin apego emocional, más racional, independiente y libre (sesgo que impide generalidades).
Tengo 23 años... muchos o pocos, no lo sé aún; pero he intentado entender por años, la psicología masculina (todavía no tengo conclusiones); sin embargo, considero que la mujer en cada etapa de su vida, debe ver al hombre desde ópticas diversas.
Por ejemplo, entre los 15 y los 20 años, no creo que la proyección de pareja deba ser una prioridad; por lo tanto, que el tipo sea preparado académicamente, económicamente estable, guapo y maduro, no debe importar tanto.
Ahora bien, después de los 20 años comienza lo difícil, porque cada cuál debe definir su proyecto de vida y encontrar un cómplice, que le ayude a trabajar en él.
Desde mi experiencia
Para que un hombre me resulte interesante, debo admitir que el primer criterio que tengo en cuenta, es que sea medianamente atractivo. No tiene que ser la belleza andante, pero sí debe tener algo que me hechice... su sonrisa, su mirada, su piel, lo que sea; algo físico que me permita pensarlo cuando esté ausente.
El segundo criterio (indispensable): que sea inteligente. El dinero me importa un carajo, porque fui formada en casa para ser trabajadora, luchadora de mis propias causas y no se me pasa por la cabeza, conseguir pareja para que me mantenga. Pero el hombre que esté a mi lado, sí tiene que ser inteligente, porque es la garantía de que en equipo podemos construir un porvenir sano.
La sinceridad y otros valores, tienen una relevancia enorme y es el tercero de mis criterios, ésto habla muy bien de su formación familiar. Podés estar con el tipo intelectualmente y físicamente más interesante del mundo, pero si no es una buena persona, todo se viene a pique.
El hombre que quiero para mí, debe ser sensible frente a lo que ocurre en el contexto social, respetuoso de las desigualdades, de los derechos y libertades.
Cómo reducir el margen de error
Una vez se tengan los criterios de selección, hay que otorgarle un porcentaje de importancia a cada uno de estos. Las personas se quejan constantemente porque sus ex-parejas no llenaron sus expectativas; pero es necesario bajarse del auto de la vida y sentarse a pensar, qué se hizo mal en el proceso.
Estoy absolutamente convencida de que el error reside en la asignación de porcentajes y en que nos apresuramos al asumir compromisos. Conocer a la persona, su entorno familiar y proyecciones, es clave.
Si quieres reducir el margen de error en el amor, debes apostarle a una persona que te brinde más que experiencias físicas y carnales; espirituales y de realización personal. Todo lo material caduca y se vence.